Hoy hablamos con Antonio Ruiz-Ruano Alcalá-Zamora, quien se encarga de soporte B2B y gestión de clientes corporativos en Faro Edtech. Su trabajo le pone cara a cara con los distintos clientes, dándole una visión tangible del servicio que les ofrecemos desde la empresa: “Me gusta saber que detrás de cada proyecto hay personas que confían en nosotros, y que mi trabajo tiene un impacto real en su desarrollo y en el de sus equipos”.
Entre sus tareas está la de ofrecer una formación de calidad y personalizada a cada cliente, “el principal desafío es conseguir ese equilibrio entre la personalización y la escalabilidad”.
Mi trayectoria en Faro Edtech ha sido muy enriquecedora. Desde que me incorporé, he tenido la oportunidad de desarrollarme en un entorno muy dinámico, donde el foco siempre está puesto en el cliente y en ofrecer soluciones personalizadas. A lo largo de este tiempo, he podido asumir retos que me han permitido crecer profesionalmente, especialmente en la gestión de clientes B2B, desarrollando habilidades de comunicación, resolución de incidencias y gestión de proyectos formativos a medida.
Creo que la clave está en la cercanía, la proactividad y, sobre todo, en escuchar activamente. Mi objetivo siempre es que el cliente sienta que tiene un interlocutor de confianza, alguien que entiende su contexto y sus necesidades. Además, procuro anticiparme a posibles incidencias, mantener una comunicación constante y personalizada, y estar siempre disponible para resolver dudas o adaptarnos a cambios. La flexibilidad y la empatía son fundamentales para construir relaciones sólidas y duraderas.
Totalmente. De hecho, es uno de los pilares de mi trabajo. Cada empresa tiene su propia cultura, sus procesos y sus objetivos, por lo que personalizar la formación y el soporte es imprescindible. Nos adaptamos tanto en los contenidos como en la metodología, en los tiempos, en las herramientas que utilizamos y en la forma de comunicarnos con ellos. Ese esfuerzo de personalización marca una gran diferencia en la experiencia del cliente.
El principal desafío es conseguir ese equilibrio entre la personalización y la escalabilidad. Cada cliente es único, pero al mismo tiempo gestionamos varios proyectos simultáneamente, por lo que es importante tener procesos internos bien definidos, herramientas eficientes y una buena organización. Además, requiere mucha capacidad de adaptación y agilidad para responder rápido a los cambios o a las necesidades concretas que puedan surgir en cada empresa.
“Lo que más me enorgullece es poder contribuir de forma directa a que nuestros clientes vivan una experiencia formativa de calidad”
Para realizar este seguimiento utilizo las herramientas internas de nuestra plataforma, que me permiten monitorizar el avance de los usuarios, sus horas de formación, los contenidos superados y otros indicadores relevantes. Con esta información elaboro reportes personalizados para cada cliente, que les permiten tener una visión clara y actualizada del progreso de sus equipos. Es un trabajo muy detallado y minucioso, pero aporta mucho valor porque facilita la toma de decisiones y el cumplimiento de los objetivos formativos.
En este caso, tengo la suerte de contar con un equipo increíble dentro de mi departamento, que son absolutamente indispensables para que este proceso salga adelante. Son ellos quienes se encargan de toda la parte más técnica y administrativa relacionada con la gestión de las bonificaciones FUNDAE. Mi papel es más de acompañamiento al cliente: me aseguro de que tengan toda la información clara, de facilitarles los pasos que deben seguir y de ser ese nexo de comunicación entre el cliente y el equipo encargado de la tramitación.
Sin duda, lo que más me enorgullece es poder contribuir de forma directa a que nuestros clientes vivan una experiencia formativa de calidad, adaptada a sus necesidades y que realmente les aporte valor. Me gusta saber que detrás de cada proyecto hay personas que confían en nosotros, y que mi trabajo tiene un impacto real en su desarrollo y en el de sus equipos. Además, el reconocimiento y la confianza que vamos construyendo día a día con los clientes es, para mí, una de las mayores satisfacciones.
Y, por supuesto, también me siento muy orgulloso de poder seguir creciendo cada día, aprendiendo constantemente, enfrentándome a nuevos retos y desarrollándome tanto a nivel profesional como personal dentro de un entorno tan dinámico y colaborativo como es Faro Edtech.